La realidad salió a
la luz. Esa interna que desmentían tanto el presidente del club y el
vicepresidente, Gastón Cogorno y Rodolfo Molina, respectivamente, actualmente
generan un gran problema en la entidad de Avellaneda.
En este torneo, Racing tenía todos los elementos para dar
el salto de calidad y poder estar entre los primeros de la tabla de posiciones.
Se le había renovado a Luis Zubeldía, el plantel se mantuvo casi en su
totalidad - fue vendido Luis Fariña y en el transcurso del campeonato Adrián
Centurión - y se sumaba la vuelta de Valentín Viola. No había ningún motivo
para que los hinchas no se ilusionaran, en materia futbolística contaba con
muchos valores importantes.
Un pésimo comienzo de torneo y la eliminación ante Lanús
por la Copa Total Sudamericana, hizo que finalizara el ciclo del jóven técnico
de la academia. Asumió de forma interina Fabio Radaelli y, posteriormente, se
hizo cargo del equipo el extécnico de Boca Juniors, Carlos Ischia.
Los resultados no mejoraron, a la salida de Zubeldía, se agregó
hace poco días la del mánager Roberto Ayala, pues, el motivo fue el bajo nivel
de las contrataciones recomendadas por el exdefensor de la selección argentina
en los últimos mercados de pases.
Los de Avellaneda al encontrarse en lo más bajo de la
tabla, sin victorias y con tan solo 2 puntos, pasaron a mirar de reojo la tabla
de los promedios. Con todos estos acontecimientos, los problemas dirigenciales empezaron a evidenciarse en las últimas dos semanas. Al despido del mánager,
se agregó el del secretario Leandro Rodríguez Hevia. Este último dirigente en irse de la institución, comenzó a mostrarse en los medios de comunicación
diciendo que lo que estaba haciendo Molina era un intento de golpe de estado. Ante
esta situación, los opositores no tardaron en aparecer en radio y televisión
dando sus opiniones.
Esta última semana, se dio lo que se veía venir desde hace
un largo tiempo, tanto Molina como Cogorno no pudieron ocultar más la feroz
interna dirigencial que padece el club. El vicepresidente se expresó por
distintos programas pidiendo la renuncia del mandamás de la insitución y
remarcando que su grave error fue haber elegido a Cogorno como presidente. De
manera extraña, el extesorero de la Sede de Villa del Parque, es decir, la
máxima autoridad del club, se defendió de los dichos del vicepresidente a
través de la red social "Twitter". El presidente puso a disposición
su renuncia, pero con la condición de que los dos vicepresidentes también lo
hagan para poder llamar a elecciones.
Molina descartó rotundamente irse del club en este momento,
el vicepresidente 2º, Victor Blanco, no dudó en abandonar su cargo por el bien
de la institución, pero si es para llamar a elecciones no lo va a hacer.
Cogorno, que supuestamente iba a renunciar para descomprimir la situación,
finalmente no lo hizo, ya que quiere que lo acompañe el vicepresidente 1º.
En fín, un club que pudo volver a la democracia en el año
2008 y, en estos momentos, tenía todo para pelear de una buena vez por cosas
importantes, termina retrocediendo al pasado por problemas de dos personas que
se creen más importantes que Racing.
Si no renuncia ninguno de los dos dirigentes, el futuro de
la academia podría ser mucho peor teniendo en cuenta la relación que se
necesita entre las autoridades más importantes para tomar decisiones. Además,
se aproxima un mercado de pases muy importante, donde se puede evidenciar aún
más los problemas entre ambos. Estos conflictos eran tapados por los buenos
resultados, al no conseguirse en este torneo y ser el peor equipo del
campeonato, las diferencias no se podían seguir escondiendo más. El club está
en la cuerda floja, pero con tiempo de revertir este difícil momento
dirigencial y futbolístico. Si ninguna de las partes ceden, los resultados
pueden ser mucho peor y el perjudicado como lo está siendo hasta el momento,
será Racing.
Por Ian Tandeitnic.
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